Geschichte

Por más de 120 años

Restaurante a la estación de tren

Vamos a la "yema" es la fórmula corta en común
Lottstetten, si eres menos informal, pero tanto más de clase alta
Le gustaría comer o simplemente socializar.
Nuestra empresa familiar tradicional pertenece ahora a la cuarta generación de la familia Dotter y se remonta a 1897, desde que se estableció la línea ferroviaria en Lottstetten.

El primer propietario y posadero fue Alfons Dotter, seguido de Joseph Dotter
entregó el negocio a su hijo Rolf en 1964.

Hans-Peter Dotter se hizo cargo del restaurante en 1992 y se ha ganado la confianza de una gran clientela, sobre todo entre las asociaciones locales y los huéspedes de Suiza, que vienen al restaurante "Zum Bahnhof" en Lottstetten durante muchos años.

Durante este tiempo, la compañía fue renovada o agregada repetidamente (bolera), por lo que
también en 1992 cuando se tomó la decisión de reconstruir un salón y una cocina.

Hans-Peter Dotter completó su aprendizaje como chef en el "Hotel Bercher" en Waldshut-Tiengen. Luego amplió su conocimiento profesional en establecimientos de renombre en varios lugares como el "Restaurant Sternen" en Flaach, "Schlössli-Wörth" en Neuhausen am Rheinfall, el Castillo Laufen en Dachsen, Agnes-Amberg en Zurich, "Neues Posthotel" en St. Moritz, "Alexandra" y "Arve-Central" en Arosa.
Luego completó su formación como chef en el hotel
y escuela de restaurantes en Villingen-Schwenningen, que aprobó con éxito.

Corina Dotter completó su formación como especialista en restauración
en el Hotel Schwalbennest en casas de la Selva Negra.

Luego amplió sus conocimientos en varios hoteles, como el Hotel Nägele en Höchenschwand, Restaurant Mettmatal en Grafenhausen, Restaurant Kreutz en Weizen, Dom-Hotel en St. Blasien, Hotel Haringerhof en Grafenhausen y Schwarzwälderhof en Altglashütten.


Richtspruch "Restaurant zum Bahnhof"

 


Dieses Haus auf dem wir stehn, ist von dem Bauherrn ausersehn,
müde Wandrer zu erquicken, durst'ge Seelen zu beglücken
durch ein edles, kühles Naß, frisch gestochen aus dem Faß.

Mancher liebt den Rebensaft, mancher, der bezieht die Kraft
lieber aus dem kühlen Bier, doch ein guter Schnaps wird hier
für besondre edle Kehlen ganz gewiß auch niemals fehlen.

Also sei der Gastlichkeit dieser Neubau hier geweiht,
und dem Wirte wünschen wir weit und breit das beste Bier.
Auch- das sei nicht zu vergessen hab er stets was Gut's zu essen.

Stets sei dieses Haus voll Gäste! Frohe Stunden, schöne Feste
sollen hier im bunten Reihn des Hauses Gäste oft erfreun.
Und wenn wir nach Müh und Schwitzen später dann hier innen sitzen,
soll der Wirt bei Trunk und Essen uns vom Bau auch nicht vergessen!

Das Gasthaus steh in Gottes schutz, es biete allen Wetter Trutz,
kein Feuer soll es je zerstören, kein Missgeschick soll das versehren,
was mir mit Kunst und Fleiß gebaut, was unser Auge stolz hier schaut.
Dieses Gasthaus soll gedeihn, da drauf trink ich jetzt diesen Wein.

Hoch ! Hoch ! Hoch !


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